El oficialismo solo puede revertir ese revés a través de la Cámara de Diputados, pero con el proyecto original, y sin la posibilidad de realizar otros cambios.

El Senado de Argentina, luego de aprobar el paquete fiscal, inició en la madrugada de este jueves la votación en particular con varias modificaciones en marcha propuestas por el oficialismo.

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La restitución de la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias, que afectaba a millones de trabajadores, fue rechazada por los legisladores con 41 votos negativos y 31 positivos.

En tanto, el Régimen de Regularización de Obligaciones Tributarias, Aduaneras y de Seguridad Social, más el blanqueo de capitales, fue aprobado por unanimidad.

Mientras el capítulo de Impuesto a Bienes Personales recibió 37 votos en contra y 35 a favor, ya que implicaba una elevación del piso del impuesto, y la caída representaba un fuerte revés para el Gobierno.

El texto proponía subir el límite para el pago del impuesto a los Bienes Personales de 27 millones a 100 millones, además de una baja de alícuotas a un rango que iba del 0,5% a 1,5% (hoy llega al 1,75%).

El capítulo de Bienes Personales es considerado por muchos una oportunidad para que los ricos se enriquezcan más, pues reducía las alícuotas del impuesto a los Bienes Personales, o sea, no sólo no abonarían nada si depositaban los dólares en el banco, sino que cada año pagarían cada vez menos.

En la actualidad alrededor de 400.000 contribuyentes, menos del 1% de la población del país, pagan el impuesto a los Bienes Personales con alícuotas que van de 0,5% a 1,75% para bienes en Argentina, y para los que están radicados en el exterior con una penalidad de 0,5 puntos porcentuales. 

El proyecto ofrecía también estabilidad fiscal hasta 2038, limitando la capacidad de futuros gobiernos de gravar el patrimonio, ya que el Estado no podía cobrar una alícuota superior al 0,25%.

Durante la jornada miles de argentinos salieron a manifestarse en contra de la de la ley de bases, lo que provocó enfrentamientos con la policía.

El Ministerio de Seguridad desplegó a unos 1.200 agentes de cuatro corporaciones policiales, quienes emplearon gases lacrimógenos, carros hidrantes, gas pimienta y balas de goma para detener las protestas.

En ese sentido, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) advirtió que el operativo de represión que desplegó el Ministerio de Seguridad en los alrededores del Congreso escaló «de manera desproporcionada».

En la red social X, el CELS escribió «El operativo de represión escala de manera desproporcionada: las fuerzas de seguridad están usando balas de gomas, camiones hidrantes,gases lacrimógenos MK- 9 y hay efectivos de PNA portando armas de fuego». 

Al menos 30 personas fueron detenidas, cinco de ellas puestas a disposición judicial, asimismo cinco diputados del partido opositor Unión por la Patria (UP) fueron hospitalizados por la inhalación de gas lacrimógeno y decenas de manifestantes resultaron heridos, incluidos periodistas.

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